Insultos

En Argentina, los insultos tienen una particularidad. Buena parte de las palabras insultantes, pueden tener un sentido positivo también de acuerdo a la situación o al contexto.

Por ejemplo, «guacho». Una mala persona es un «guacho». Pero se le puede decir a un amigo que acaba de aprobar un examen sin haber estudiado, «sos un guacho», casi admirativamente. Lo mismo se puede aplicar a «turro» y hasta a «hijo de puta» (muy válido el comentario sobre la autocensura).

De igual manera, pueden ser apelativos para un saludo entre amigos (y cada vez más entre amigas también): «¿Qué hacés, guachito?», «¿Cómo andás, turro?», «Qué decís, bolú», etc..

En definitiva, puede decirse que en Argentina la mayoría de los insultos dependen de la intencionalidad del hecho más que de la palabra utilizada.

Como bien se ha señalado existe toda la variante correspondiente al «re», «recontra» y etc., que en algún caso trambién puede llegar a denotar admiración.

3 Respuestas a “Insultos

  1. Con el huevón chileno pasa algo así…

  2. Tal vez el tema del insulto en argentina tenga las variables del re (re, recontra, re contra mil, etc) que también magnifican el tenor del hallazgo.

    En esos casos no aplica esta regla, ya que es dificil (aunque se ha visto) quien llama a su amigo «¿Que hacés? REcontra hijo de mil p..» en tono afectivo.

    🙂

  3. Solo una cuestion de forma, por que un weblog ( a proposito, weblog es `un` o `una`? a mi me parce lo primero) dedicado al lenguaje se autocensura y pone `h…de…p` donde deberia ir la frase completa?

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